Devastada. Así me sentí. Era obvio que no conocía a aquel hombre con el que me había metido, me había hecho una idea de el y no era mas que todo lo contrario. Cuando lo conocí las palabras sobraron tanto que lo único que hicimos fue embriagarnos con alcohol y sexo, y aunque en el fondo de mi corazón yo sentía que eso no estaba bien, lo seguí haciendo hasta que durara.
Con el tiempo aprendí a presentir la intención, la intención de engañarme, la intención de solo utilizarme, la intención de mentirme, no era su culpa, yo lo sabia todo, sabia que todo era una ilusión y aun así seguí hasta que durara.
Varias veces deje el lugar en que me veía con el y dos minutos después la otra llegaba, o seria yo la otra? quien sabe... pero yo lo sabia, no necesitaba verlo, tiempo después otros me lo dijeron, pero seguí hasta que durara.
Gran parte de las situaciones a las que una persona se expone dependen de la habilidad que tengan de aceptar las consecuencias de sus propias decisiones, las personas tomamos decisiones que afectan nuestra vida todo el tiempo, no es eso lo difícil, lo difícil es asumir las consecuencias que la toma de estas decisiones significa, muchas veces significa cambiar absolutamente todo lo que conoces, puede significar también arriesgarse al dolor físico o emocional.
Al final siempre es mas fácil hecharle la culpa a todo el mundo en lugar de asumir las consecuencias, por eso decidí ser valiente y asumir las consecuencias de no permitir que dure mas, dejándolo ir, porque yo ya no quiero esto, yo ya no necesito esto, yo ya no permito que su vida valga mas que la mía y esto felizmente sera hasta que dure y si Dios permite durara toda la vida.