Una oración en el semáforo!

Cuando el semáforo se puso en rojo, vi un chico que se acercaba a la ventana del conductor a ofrecerle algo pero al ver la negativa del hombre se retiro en seguida y se sentó en la vereda. Este chico no era como los que solemos ver en los semáforos, vestía uniforme de colegio, llevaba puesta su mochila y al parecer el peso de medio mundo sobre sus hombros. Me acerqué a preguntarle que era lo que vendía y me enseño el papelito, eran oraciones. Le pregunté si tenia sed, respondió que sí y le dije que me esperase que enseguida regresaba. Cruce la calle y compre en una tienda una botella de Gatorade. Regrese y nos sentamos en la vereda mientras los autos pasaban y empece a preguntarle por donde vivía, donde estudiaba, que le gustaría hacer cuando acabe el colegio entre otras cosas. Su nombre es Carlos y tiene 16 años, esta en quinto curso de colegio y vende oraciones en los semáforos. Cuando le pregunte que como se le ocurrió vender oraciones, me contestó: "Pensé que era algo que nadie vendía y tengo fe en que Diosito me va a ayudar a venderlas todas". Que tenían de especiales las oraciones? Eran pequeñas y les había adaptado una especie de "piolita" para que se las pudiera colgar del espejo retrovisor y que no molesten la visión del conductor, (esto me lo explico el mismo). Pude ver su corazón, pude ver que eso era tener fe, en esta ciudad donde ya casi nadie se acuerda de "Diosito" mas que cuando necesitan algo, entonces dejamos su mochila y mi cartera en la vereda tapadas con la chompa que yo tenia (hoy que quise salir con chompa, no llovió) y esperamos a que el semáforo se pusiera en rojo para acercarnos a los autos a vender. No nos demoramos mucho y logramos vender casi todas, cuando nos sentamos a la vereda a descansar un ratito, le di el dinero que yo había recogido y me dijo sorprendido: "no, eso es tuyo, tu vendiste". Me sonreí e insisti en que tomara el dinero y me preguntó: "porque me ayudaste si ni me conoces?" y le dije "porque tienes fé y yo necesito eso mas que el dinero". Me despedí, le agradecí por dejarme ayudarle y le pedí que no deje de tener fé. Mientras iba camino a mi casa, pensaba en lo que me había contado, tiene cinco hermanos más y su mamá esta enferma, su papá trabaja pero dijo que no alcanzaba para todos, dijo que el quería ayudar para que su papá no se enferme también, tuve la impresión que se sentía muy responsable de sus hermanos, me di cuenta que SU sentido de responsabilidad con el y su familia es mucho mas grande que el que YO tengo por mi. Fue una lección de fé para mi, y si a alguien le sirve pues tómela. Fé y una oración es lo único que se necesita para hechar 'pa lante!