Desde
pequeña recuerdo que una máxima de la familia era decir la verdad, recuerdo que
había castigo por decir una mentira y ahora que he crecido y mientras mas pasa el tiempo no puedo dejar
de preguntarme: si, a todos nos enseñaban que debíamos decir la verdad de
pequeños como es que ahora que somos adultos, la verdad se vuelve mas
complicada? Como es que ahora no sabemos que creer? En las relaciones
sentimentales, la mayoría de los problemas se dan porque en algún momento hubo
mentiras. En las relaciones personales entre un mismo sexo, se hiere a la otra
persona con una mentira. En las relaciones familiares se puede perder la confianza
con una mentira. Es decir, yo me pregunto, en que momento de la vida nos
perdimos como para que ahora que somos adultos en lugar de mejorar, estemos
caminando hacia atrás? En el corto tiempo que llevo de vida adulta no he
encontrado mas que mentiras en mi camino, he visto y escuchado las mas grandes
mentiras que jamás pensé que llegaría a escuchar, mentiras de todo tipo, de
esas que empiezan por ser “piadosas” o “blancas” y terminan en una maraña,
enredadas, complicando la vida del que las dice como del que las acepta, porque
creo que en el fondo, todos sabemos cuando hay una mentira de por medio.
Entonces,
después de un breve análisis de toda esta situación y regresando el “cassette”
un poco a aquellos días, en que la vida era más fácil porque no mentíamos,
llegue a la conclusión de que la razón, está en que cuando éramos pequeños
había alguien que nos diga: “mentir no es bueno” pero ahora que se supone que
manejamos nuestras vidas, cada uno hace con ella lo que le da la gana, no hay
arrepentimientos, no hay dudas, no hay conciencia de lo que se esta por hacer
sino de lo que ya se hizo, ya nadie nos dice “mentir no es bueno” ya no hay
quien nos diga lo que tenemos que hacer aunque sabemos que lo necesitamos pero
jamás lo admitiremos. Ya que todo esto
no es mas que un hecho comprobado, como es que podemos hacer con ese “mentir no
es bueno” todos lo sabemos pero nadie hace nada al respecto, como se supone que
hagamos con la cantidad de personas que conocemos a diario, será acaso que de
cada 100 palabras que la gente dice,
debemos creer que solo 50 son verdad? O será acaso que debemos acostumbrarnos a
vivir con ello? A dudar de la gente cuando todos sabemos que “mentir no es
bueno”? A creer la mitad de lo que se nos dice? Es acaso que estar
concientes de esta terrible realidad
simplemente nos acostumbramos a vivir con ello? Porque es que yo no lo siento
correcto?
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