Había
olvidado lo entretenido que suele ser subirse a un bus, sobretodo
cuando uno tiene tiempo, sirve para pensar, para criticar, para
marearse, para olvidar, para ver vitrinas a lo lejos, es bastante
útil. Recordé que mamá decía que cuando yo era niña, salía a la
esquina de la casa y decía “tasi”, cuando crecí “andar en
bus”, paso por todas las etapas, desde “que cholada” pasando
por “ojala mis amigos no me vean” hasta “no tengo plata, tocara
caminar algunas cuadras desde donde me deja el bus”
Ahora
que soy mamá, han pasado meses desde que no me subía a un bus y no
tanto por vagancia sino porque no me sentía bien como para subirme a
un bus, entre los olores, los frenazos y mi malestar pues no era un
escenario en el que quisiera estar, pero hoy lo hice, hoy volví a
subirme en un bus, y me volví a sentir humana, sentí que pise la
tierra otra vez, por un tiempo, llegue a pensar que caminaba sobre
nubes, unas de un color muy bonito que yo misma me había pintado,
posiblemente algún día me caería de ellas si no empiezo a bajarme
yo solita.
Entonces
recordé todas esas veces en que tuve que ir caminando hacia el
trabajo, gracias a mi falta de previsión, o cuando tuve que tomar un
bus a las 5 de la mañana, pudiendo evitarlo si hubiese planeado
mejor mi futuro.
Mi
presente esta perfecto, pero de pronto siento que la palabra
“sacrificio” va a empezar a rondar mi mente y mi diario vivir,
sigo pensando que lograr lo que uno quiere no significa lanzarse un
sacrificio a cuarenta años, sino simplemente, vivir, trabajar y
perseguir esa meta, no lo considero un sacrificio por ningún motivo,
cuando se trata de algo que uno quiere, no resulta un sacrificio, que
por definición y percepción se trata de algo que uno no quisiera
tener que hacer, que es algo que te va a dar un resultado a cuesta de
algo que desees, pero yo me pregunto: ¿hasta donde somos capaces de
llegar, o que somos capaces de sacrificar por un hijo, si por uno
mismo no pudimos hacerlo? Siendo prácticos y realistas, ¿Qué es lo
que nos hace desvivirnos por un ser individual que lleva nuestra
sangre, que se parece a nosotros pero que no es “nosotros”,
cuando por nosotros no pudimos hacer nunca nada? Sacrificio, entonces
se vuelve aquello que nos recompensa por un entregar mas trabajo del
que estamos acostumbrados a entregar sin dejar de lado que es por una
meta, que te traera beneficios y por la que tu quieres luchar, no es
entonces, un sacrificio a cuarenta años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario