miércoles, 27 de octubre de 2010

Una cita con el sicologo en el taxi!

Hacia un frío de esos que últimamente hacen por acá, y como es costumbre mía, había salido de casa sin un abrigo, se me congelaba hasta el ultimo dedito. Iba de regreso a casa en lo único que pude conseguir en ese momento, un taxi, avanzaba un metro y frenaba, no era agradable. Me di cuenta que el señor que conducía movía su cabeza como diciendo "no puede ser" lo vi hacer eso un par de veces mas hasta que me dijo: "ay niña, no se que hacer quiero matar a mi hijo" y tenia un dejo de tristeza y lamento en la voz. "¿Y porque? ¿que hizo?" le pregunte. "Me entere que la novia esta embarazada" me contesto. "Y que edad tiene? pregunte. "17 años" dijo. Después de eso, la conversación fue el detalle de como se había enterado y las ganas que tenia de botar de la casa a su hijo. Descargo su frustración, su desesperación, la decepción que sentía porque como todo padre lo único que desea para su hijo es lo mejor que se pueda conseguir, por lo general ese plan tiene una falla, lo que los padres quieren no es lo mismo que los hijos quieren y peor si no pueden ver lo que es mejor para ellos, porque no sabemos lo que queremos hasta cierta edad simplemente hacemos lo que se puede hacer que no mate, no enferme y no engorde. En las palabras del señor entendí que ese "que no le falte nada, que tenga cama, ropa estudio y comida" es lo que le quitaba el sueño a mi mamá cuando yo era pequeña, entendí que ahora debo procurar todo eso por mis propios medios y darle la alegría de que si no llego a lograr lo que todo el mundo logra o lo que se supone debo hacer para mi vida por lo menos debo tener la delicadeza de hacerla participe de lo que hago con mi vida porque es lo mínimo que le debo y digo debo refiriéndome a todo aquel que crea que no se debe mas que a si mismo. En resumen, hijos no hagamos sufrir a los padres y padres no hagan de sus sueños, los sueños de sus hijos. Todos somos diferentes y queremos cosas diferentes. Después de todo, el señor del taxi me dio las gracias por haberlo escuchado porque realmente se sentía mal, ahí es cuando yo cito: "todo sucede por una razón" quien sabe y ya no vaya a botar al hijo de su casa y se anime a enfrentarlo con la verdad. Todos necesitamos una cita con el sicologo, no esta demás escuchar cuando te hablan.

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