Sali con un grupo de amigos, estamos en ese estado en que salir a farrear es una cuestión en la que realmente nos toca meditar y a veces faltando minutos para encontrarnos decidimos mejor no hacerlo. Pero esa noche por fin lo logramos, fuimos a un lugar al que soliamos ir hace mucho tiempo.
Era diferente, yo recuerdo ese lugar lleno de poetas, artistas, cantantes, y demás generos parecidos por lo que me pareció exageradamente diferente esta vez que entre, pero esto no se trata de lo diferente que el lugar haya sido, lo impresionante fue la clase de juventud que encontré ahí, la mia era rara e incluso “dañada” si se quiere, pero esta sobrepasa los limites.
Estaba cerca de la barra con un amigo y se acerco una chica de unos 17 años, tal vez, siendo optimistas con la vida pero seguro no tenia mas. La joven en cuestión se caia de una borrachera de esas en que uno pide perdón al dia siguiente por todos los pecados cometidos y jura no volver a beber de esa manera, pero que obviamente no sirve de nada porque al siguiente fin de semana lo vuelves a hacer.
El caso es que cada pasaba por la barra, la veía cada vez peor, resulto ser familiar de una de las personas de mi grupo y como lo habia asumido yo, ella no tenia mas que 16 años. Me pareció una chiquilla en extremo guapa y lo confirme con la mirada de todos los hombres que ahí se encontraban, pero pienso que la borrachera que se cargaba era una razón para verla fea, sobretodo por la cantidad de palabras de grueso calibre que decía, los ademanes con la mano que hacia sus amigos y todo el licor que seguía bebiendo. Pedi un whisky en la barra y como la vida y un gran amigo me enseñaron, lo tome con calma y disfrutando del excelente sabor de un Jack Daniel’s en las rocas, ya que con el tiempo descubrimos que aquello que se toma con calma, sabe mejor y asi fue.
Al final de la noche, pude ver a la niña en cuestión peleando con un joven de su misma edad tal vez, por las llaves del auto al que se quería subir, asumo yo que para conducir imprudentemente, y tal vez acabar tres metros bajo tierra. No juzgo, después de todo alguna vez fui igual o peor de imprudente que ella, asi que me imagino que como en mi caso, algún dia crecerá y su whisky tendrá mas años que alguna niña que ella encuentre en la misma situación.
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